Por Anaiz Quevedo Zambrano

¿Te sientes vacío(a) porque ese amor ideal no aparece? ¿Sueñas con encontrar  esa persona perfecta  y haces listas de todas sus maravillosas cualidades? La verdad de tu situación es que  si alguien te acompaña en tu casa son familiares o tu mascota.  La pareja  sigue solo en tu mente.

Añoras tener pareja  porque aparentemente crees en las relaciones estables. Sin embargo tu lista de romances es demasiado larga para tu gusto. Con ninguna de esas parejas decidiste quedarte. O por el contrario tu lista de relaciones es muy corta porque no te has arriesgado a que te rompan el corazón.

Terminas solo(a) mirando esa película que tantas veces has visto, un domingo, Suspirando  junto al lado despejado de tu cama en el que una pareja ideal podría estar ocupando un lugar importante.

Lees libros sobre el tema, haces cientos de terapias, florales, angélicas, vidas pasadas, te constelas casi por adicción con el objetivo de que “alguien externo de tu propio ser” pueda darte pistas de dónde encontrar a tu alma gemela.

Hasta que un día te encuentras con el terapeuta más rudo(a) de todos.  “Tu alma gemela eres tú mismo(a) y hasta que te ames lo suficiente para agradarte y sentir que eres la persona más importante de tu vida, los otros no podrán mirarte desde el corazón”

Eso es un balde de agua fría, un golpe duro al ego. ¿Cómo me amo? No me gusta estar en soledad te repites una y otra vez.

Sientes poca paciencia como  para encontrarte ya que  anhelas la presencia de alguien que te mime, te comprenda, te ame, te vea, te diga la maravilla de persona que eres.

Lo primero que debes saber es que la pareja perfecta no existe. Mientras más la buscas afuera sin trabajar en tu propio crecimiento espiritual y emocional, más se aleja. La pareja ideal para ti no aparece porque todavía no te has convertido en la persona ideal para ti mismo(a) ni para los demás.

Mira tú lista de demandas, y requisitos hacia ese ser que esperas. ¿Desde dónde sueñas a tu príncipe o princesa azul? ¿Desde la niña o el niño herido? ¿Desde el adulto? ¿Desde el o la adolescente rebelde? ¿Desde la víctima que espera ser salvada(o)?

En esa energía que proyectas está la clave de lo que atraes.  Un niño atraerá a su madre o padre. Una madre atraerá a su hijo.  Si deseas una relación profunda y en armonía, es importante que te conviertas en el adulto sabio capaz de asumir la responsabilidad de su vida.

Si en todas tus relaciones has estado buscando una figura paterna o materna, eso encontrarás. Es muy posible que por un tiempo tu niño herido esté feliz, pero cuando tomes consciencia desde tu adulto sabio, es posible que puedas sentirte en deuda, anulado(a), fastidiado(a) porque ¿ quién se  casa con sus padres o hermanos?

Estar a gusto contigo mismo(a) es la clave para atraer a una pareja en armonía. No estamos en esta existencia para buscar que otro u otra nos completen. Solo tú puedes hacer eso contigo.

Hay un lugar donde está tu pareja perfecta y es en tu propia alma. Es tu ser quien sabe mejor que nadie cuál es tu propósito de vida, tus sueños, cómo nutrirte, quererte, aconsejarte. Si  no sabes escucharte es retador pedirle a alguien gemelo como le llamas a ese otro que lo haga por ti.

Ese compañero(a) que buscas te acompañará en el viaje, y lo mejor que puede hacer por ti es mostrarte como el Amor fluye hacia el otro cuando aprendemos a amarnos primero.   Si deseas que el otro se ocupe de ti, lo que buscas no es una pareja. Eso es demasiada responsabilidad para alguien más, debes conseguir como ocuparte de ti mismo.

Cuando logres comprender que eres la persona más importante de tu vida, cuando vibres con tus creaciones, con tus proyectos propios, cuando te descubras siendo feliz solo por ser y estar,  honrando tu historia, amando a tus padres y ancestros tomando su gran fuerza, entonces es posible que alguien afín se sienta atraído en tu energía o tu hacia la energía de alguien que también ha logrado lo que tú.  Es desde esta afinidad vibratoria que se consolidan relaciones en armonía, porque cada persona está bien consigo misma y no necesita que otro le sane sus heridas.

Si aún persistes en la idea de querer que otro solucione tu vida, es importante que busques apoyo terapéutico para resolver algún nudo con tus padres. Tomar la fuerza de ellos sin duda te dará la fuerza para estar disponible y formar tu propia familia.